Una PYME no se define por su nivel de facturación o cantidad de empleados, sino porque se trata de empresas sin grandes estructuras corporativas, cuya cúpula directiva (sea empresa familiar o no) no sólo tiene que estar en el frente de batalla solucionando los problemas del día a día, también es la responsable de diseñar hoy el futuro de la empresa para los próximos 15 años. Y lamentablemente están muy solos en esa tarea.
NO. Sólo aquellos:
– Con visión de negocio, cuyo recurso más valioso es el tiempo.
– Que forman parte en empresas que han ganado mercados y tienen desafíos de competitividad que trascienden lo local.
– Que entienden la velocidad del cambio del mundo y lo importante que es reinventarse para sobrevivir y crecer.
– Que desean que sus empresas se mantengan competitivas y desarrollen oportunidades.
– Con humildad y ganas de compartir experiencias con otros empresarios.